lunes, 19 de mayo de 2014

LESIONES DE LA MUSCULATURA ISQUIOTIBIAL Y PREVENCIÓN.

La lesión de la musculatura isquiotibial es una de las lesiones mas comunes en deportes como el fútbol, fútbol americano, carrera de velocidad, saltadores...




Recuerdo anatómico.

Los isquiotibiales están formado por semitendinoso y semimembranoso y por el bíceps femoral, los 3 se originan en la tuberosidad isquiática.

El semitendinoso se inserta en la cara antero-interna de la tibia formando parte de la pata de ganso. 

Semimembranoso en el tubérculo posteromedial de la tibia. 
El bíceps femoral en cabeza del peroné. 
Todos ellos están inervados por distintas divisiones del nervio ciático.

Es un musculo biarticular, actúan sobre la rodilla produciendo la flexión de la pierna y un pequeño componente rotador sobre esta, y sobre la cadera produciendo una extensión junto con el glúteo mayor. Sobre la pelvis producen su retroversión.  


Mecanismos de lesión:

Teniendo en cuenta su característica biomecánica y arquitectónica   Woods, et al (2004), publico un interesante trabajo basado en el estudio de la lesión de este grupo muscular y estableció que el mecanismo lesional es en un 91% por acciones de no contacto y dentro de este porcentaje el 57% se producían en situación de sprint o carrera a altas velocidades. Este hecho está relacionado con la parte final de la fase de balanceo en la carrera en donde los isquiotibiales deben frenar la gran velocidad angular de la tibia para posicionarla para el próximo paso, en situación de extensión de cadera, lo que los coloca en una acción excéntrica importante que se transformara en concéntrica una vez cerrada la cadena de movimiento en la carrera. (Thelem, et al 2006)
Woods et al 2004


Según Naclerio y Goss-Sampson. La distensión de los isquiotibiales se produce a través de un episodio de estiramiento agudo, pudiéndose hablar de un “continuo” de daños microfibralares, como ocurre cuando aparece el dolor muscular de aparición tardía, que puede provocar ya sea una distensión parcial, o una ruptura muscular completa.
Esta lesión está fuertemente asociada con una alta tensión muscular excéntrica, superior a los límites mecánicos de los tejidos.
Basados en los mecanismos de lesión y localización, podemos diferenciar dos tipos de lesiones; de la siguiente manera:

1. Lesiones a las fibras musculares, principalmente en la porción larga del bíceps femoral, y menos frecuente, en el músculo semitendinoso distal; resultante de acciones explosivas de alta velocidad, tales como patadas o carreras de velocidad.

2. Lesiones de los tendones, en particular, del tendón proximal del semimembranoso; que se producen cuando se realiza un estiramiento lento controlado hacia a una posición extrema.

Potencialmente, existe una interrelación entre la fuerza excéntrica y la deformación muscular; que determina así un músculo se lesiona. Por ejemplo, el riesgo de lesión por esfuerzo, se reduciría de manera significativa al realizar ejercicios de estiramiento submáximos que impliquen niveles de moderados a altos de tensión y baja fuerza excéntrica. También se reduce si el gesto en la fase excéntrica es correctamente controlado aún con cargas pesadas, como cuando se realizan los ejercicios típicos de fuerza, como el press de banca o las sentadillas.

Pero se incrementa el riesgo de lesiones, cuando los deportistas están expuestos regularmente a las actividades que producen simultáneamente alta tensión y fuerzas excéntricas y no cuentan con una preparación adecuada.

Potenciales factores de riesgo asociados con la lesión de los isquiotibiales en deportistas.

La lesión en los isquiotibiales es un fenómeno complejo y multifactorial, eventualmente sufrida por la interacción de los siguientes tipos:

1. Modificables: la fatiga; el déficit de fuerza; el desequilibrio muscular; el ángulo de torque máximo; la escasa flexibilidad; o una técnica (o control motor) deficiente.

2. No modificables: la edad, la etnia, las relaciones antropométricas, la composición de la fibra muscular y las lesiones anteriores.

Con el fin de comprender mejor la secuencia de eventos que conducen a una lesión, los efectos causales de los factores modificables y no modificables, deben considerarse dentro de un enfoque integral. Por ejemplo, la combinación de la edad con la falta de fuerza, aumentará dramáticamente el riesgo de lesiones en algunos deportistas.
Un exitoso programa de prevención de lesiones de los isquiotibiales debería reducir la influencia negativa de los factores de riesgo modificables. Sin embargo, según lo declarado por Opar y col, un factor de riesgo no puede ser considerado causal, a menos que, después de una intervención, haya una reducción en la tasa de lesión.

Hagglund et al. en un estudio realizado en 2013 en el que se analizaron entre 2001 y 2010, 26 clubes de fútbol (1.401 jugadores) de 10 países europeos participaron en el estudio. Exposición individual del jugador  y  lesiones musculares  de la extremidad inferior se registraron prospectivamente por el personal médico del club durante 9 temporadas consecutivas. Hubo 2.123 lesiones musculares documentados en los principales grupos musculares de las extremidades inferiores: aductores (n = 523), isquiotibiales (n = 900), cuádriceps (n = 394), y de la pantorrilla (n = 306).

En otro estudio realizado por Melegati et al. en 2014. Lesiones musculares y re- lesiones sufridas por un grupo de 36 futbolistas de un equipo de fútbol de elite italiana se recogieron durante la temporada 2010-2011. Estos datos se compararon con los obtenidos en la temporada anterior en el mismo equipo de fútbol de élite.
Un total de 64 lesionados , de los cuales 36 (56%) durante el entrenamiento y 28 (44%) durante los partidos. Lesiones musculares representaron el 31,3% del total (n = 20), 70% (n = 14) de los cuales ocurrieron durante el entrenamiento y el 30% (n = 6) durante los partidos. Los isquiotibiales fueron los músculos que más sufrieron (n = 11) En total, 3 re- lesiones ocurrieron (el 15% de lesiones musculares ). La incidencia fue de 2,5 lesiones / 1000 horas y la carga fue de 37 días ausente/1000 horas.
A través de la implementación de un programa de prevención en grupo y personalizado , se redujo el número total de lesiones musculares y días de ausencia debido a una lesión , en un equipo de jugadores de fútbol de elite, en comparación con la temporada anterior. Específicamente, las lesiones musculares representaron el 31% de todas las lesiones , en comparación con el 59% de todas las lesiones sufridas por el equipo durante la temporada anterior. El número de lesiones / 1000 horas de exposición se redujo a la mitad (de 5,6 a 2,5) y los días de ausencia/1000 horas cayó 106-37.

Eficacia de diferentes protocolos de ejercicios para prevenir la incidencia de lesiones isquiotibiales en atletas.
  •       Ejercicios excéntricos.

Cuando los músculos se estiran y al mismo tiempo que generan tensión, tiene lugar un estiramiento activo.
Los estudios sugieren que la longitud óptima del músculo a la que se registra el pico de tensión, sería el mejor indicador para la identificación de los deportistas en riesgo de distensión de los isquiotibiales. Por lo tanto, cuanto más abierto es el ángulo en el que se alcanza el torque máximo, menor riesgo de lesión tendrá el músculo.
Las adaptaciones funcionales y estructurales provocadas por ejercicios excéntricos dependen de la magnitud de la resistencia, la velocidad de movimiento y la amplitud, es decir, la magnitud del estiramiento del músculo alcanzada durante el ejercicio.
Tanto en acciones excéntricas y concéntricas, como la magnitud de la resistencia aumenta el tono, la velocidad disminuye. Por lo tanto, durante la acción muscular excéntrica, cuando se utilizan cargas ligeras a moderadas (<80% 1RM), las fibras musculares se pueden estirar progresivamente. Este es el caso de algunos movimientos de estiramiento activos, tales como patadas o en la fase final del vuelo en la carrera, donde las fibras de la porción larga del bíceps femoral serían extendidas cerca del 110% de su longitud original.
Con respecto a la amplitud de movimiento, se ha demostrado que los efectos protectores de los ejercicios excéntricos se producen sólo en el rango de movimiento entrenado, pero no a amplitudes mayores.
De este modo, si los ejercicios excéntricos se realizan sobre rangos cortos, más pequeños que aquellos en los que la lesión se produce comúnmente (por ejemplo, los últimos 30° de la fase final de un movimiento), el torque máximo se mueve hacia un ángulo de la rodilla más cerrado, y esto en lugar de tener un efecto protector, podría estar aumentando el riesgo de distensión del isquiotibial. Por esto, con el fin de obtener los mayores beneficios, los ejercicios excéntricos deben realizarse a lo largo del mayor rango posible de movimiento
Diferentes ejercicios excéntricos, como utilizar un volante excéntrico para la flexión de rodillas (máquinas yo-yo), o las flexiones nórdicas; en combinación con otros ejercicios de fuerza, o estiramiento, se han aplicado con éxito para reducir la incidencia de lesiones de isquiotibiales, mejorando la fuerza excéntrica de los mismos o modificando el torque máximo en deportistas sin lesiones previas. Sin embargo, los patrones de carga y los protocolos de entrenamiento adecuados, deben ser específicos.

Nordic Hamstring
Yo-yo Isquiotibial en maquina tumbado
Tirante musculador



  • Ejercicios deportivos específicos y en desequilibrio.

Un programa eficaz de prevención de lesiones debe considerar la condición específica que refleje con mayor precisión la situación en la que se producen las lesiones. Además, el estiramiento activo observado durante carreras de velocidad o patadas, y la acción de los isquiotibiales como estabilizadores de la rodilla, que contrarresta y equilibra a la de los cuádriceps durante las actividades deportivas específicas, como ocurre en el aterrizaje luego de un salto, en la desaceleración o cambio de dirección.
Por lo tanto, los ejercicios específicos que implican, carreras de velocidad repetidas, saltos, saltos combinados con ejercicios de desequilibrio, tales como sentadillas sobre una pierna o estocadas sobre superficies inestables, han sido propuestos como métodos eficaces para la prevención de lesiones de músculos isquiotibiales.
 Daneshjoo y col. no observaron efecto alguno en dos programas de prevención de lesiones específicos frecuentemente recomendados para aumentar la fuerza de los isquiotibiales en futbolistas profesionales (FIFA 11+ y HarmoKnee). Más recientemente, Naclerio y col. informaron que cuatro semanas (12 sesiones) de un programa de prevención de lesiones que comprenda tres series de ocho repeticiones de flexión nórdica, estocadas en Bosu®, entrenamiento inestable, y despegue de peso muerto a una pierna excéntrico, fue eficaz en la mejora de la fuerza isométrica máxima, tanto en ángulos de la rodilla, cerrados (80°), como abiertos (35°).
Al realizar estocadas, se requiere de una acción cuasi-isometrica del isquiotibial y por lo tanto, lo que provocaría un fortalecimiento en ángulos más cerrados de la rodilla.
El despegue de peso muerto a una sola pierna implica tanto un estiramiento activo, como una estabilización de la rodilla por medio de la co-contracción de los músculos isquiotibiales; lo que a su vez estimula un desarrollo de la fuerza de estos músculos, en ángulos flexión de rodilla tanto abiertos como cerrados.

           
                                                                                     
Estocadas en bosu 

               Peso libre a una pierna
                                                                                                         

Excéntrico de isquiotibial a una pierna sobre balon
Sentadilla a una pierna sobre con apoyo inestable



Puntos clave para el diseño de un programa de prevención de lesiones en los isquiotibiales.

• Los ejercicios seleccionados deben incluir acciones musculares excéntricas y cuasi-isométricas de los isquiotibiales.

• Las acciones musculares excéntricas deben realizarse a una velocidad de moderada a alta, con cargas entre ligeras a moderadas, a lo largo del mayor rango posible de movimiento .

• El programa de prevención de lesiones debe ser incluido en el final del calentamiento, o de la sesión de entrenamiento o en sesiones especificas.

Según Gutiérrez Villar.  El entrenamiento en pretemporada de los músculos isquiotibiales a través de ejercicios excéntricos afecta positivamente a reducir el riesgo de las lesiones durante la temporada posterior. Este entrenamiento produjo mejoras en los siguientes aspectos: incremento de la fuerza tanto concéntrica como excéntrica de los isquiotibiales, el tiempo de velocidad máxima de carrera fue más corto y disminuye el riesgo de lesiones. La fatiga es un factor de riesgo importante para las lesiones en isquiotibiales y este factor se agrava más cuando en los partidos se está llegando al final de la primera parte y al final del partido y cuando los jugadores salen del vestuario a jugar las segundas partes. El trabajo de la fuerza de la musculatura isquiotibial a través del ejercicio excéntrico (Nordic Hamstring) en comparación al trabajo de la fuerza muscular realizado a través del Curl tradicional reduce el riesgo de sufrir una lesión ya que con el ejercicio excéntrico se fortalece más la musculatura con la consiguiente disminución del posible riesgo de lesión. Los jugadores que hayan sufrido anteriormente una lesión en los isquiotibiales tienen más del doble de posibilidades de sufrir una nueva lesión en comparación a los jugadores que no han sufrido una lesión anterior. La prueba de flexibilidad activa es una prueba fiable y válida para detectar deficiencias en los músculos isquiotibiales y proporcionar información adicional para el examen clínico antes de regresar a la competición. Padecer una lesión anterior en los músculos isquiotibiales es un factor de riesgo a la hora de sufrir posibles nuevas lesiones. Los ejercicios excéntricos a la vez que fortalecen los isquiotibiales reducen el riesgo de sufrir una lesión en la zona. La fuerza excéntrica de los isquiotibiales disminuye en función del tiempo y después del intervalo de descanso. Hay un mayor riesgo de lesiones en esos momentos específicos, especialmente en movimientos explosivos. La prueba de flexibilidad activa parece ser fiable para detectar deficiencias en dichos músculos y además proporciona información adicional para el examen clínico que se realiza antes de regresar a entrenar y a competir de nuevo. El entrenamiento específico del grupo muscular de los isquiotibiales debería de ser utilizado en el mundo del futbol, tanto desde el punto de vista de la prevención de lesiones como en la mejora en el rendimiento.

El trabajo de prevención de la musculatura isquiotibial debería ser incluido como parte del entrenamiento en toda disciplina con mayor riesgo de lesión, ya que es una lesión bastante común y mucho mas cuando ya ha ocurrido una primera vez, tener muy en cuenta los factores de riesgo como la fatiga, respetando los periodos de descanso, los desequilibrios musculares... Tenemos multitud de ejercicios que podemos aplicar buscando minimizar la aparición de esta lesión intentando adaptarlo a la disciplina y en los rangos mas aproximados de amplitud articular que nos requiera dicha disciplina, ya que un planteamiento mal hecho no solo podría ser inútil sino incluso contraproducente.

Bibliografia:
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4.       Brughelli M, Mendiguchia J, Nosaka K, Idoate F, Arcos AL, Cronin J. Effects of eccentric exercise on optimumlength of the knee flexors and extensors during the preseason in professional soccer players. Phys Ther Sport.2010 May;11(2):50–5.
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8.       Daneshjoo A, Mokhtar AH, Rahnama N, Yusof A. The effects of injury preventive warm-up programs on kneestrength ratio in young male professional soccer players. PLoS One. 2012;7(12):e50979.

9.       Thelen, Darryl G. Chumanov,Elizabeth S. Sherry,Marc A and HeiderscheitBryan. Neuromusculoskeletal Models Provide Insightsinto the Mechanisms and Rehabilitation of amstring StrainsExercise and Sport Sciences ReviewsVolume 34 Number 3 July 2006


10.   Woods C, Hawkins R, Hulse M, Hodson A. The Football Association Medical Research Programme:an audit of injuries in professional football—analysis of preseason injuries Br J Sports Med 2002;36.

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