Esta semana os traemos unos consejos para cuidad nuestras rodillas que
nos hará darle más "durabilidad" a esta articulación.
En la clasificación de
dolores articulares, la rodilla se sitúa sólo detrás de la espalda, como uno de
los principales motivos de consulta médica. La edad también pasa factura a esta
articulación. Una de cada tres personas entre los 30 y los 40 ya ha sufrido
molestias en esta zona y la artrosis de rodilla se sitúa como la primera causa
de discapacidad en personas mayores de 60 años. Un panorama poco alentador,
¿verdad? Sabemos que la
rodilla es una articulación vulnerable, que soporta una gran cantidad de carga
en las actividades cotidianas y
especialmente en el deporte. Pero, ¿podemos hacer algo para mejorar la salud de
esta importante articulación? Por supuesto, los ejercicios de potenciación son
importantes, pero hay mucho más que puedes hacer.
Estos son algunos
consejos para cuidar nuestras rodillas:
01/ Cuida
tu alimentación, debe ser equilibrada y rica sobre todo en vitaminas
A, C, D, calcio y ácidos grasos Omega-3. Además, bebe agua en abundancia.
02/ Controla
tu peso. Cada kilo de
más ejerce aproximadamente cinco kilos extra de presión sobre la rótula al
correr o bajar escaleras. Perder 5 kg disminuye como media un 50% los dolores
de rodilla.
03/ Elige
actividades sin impacto. Siempre que te resulte posible, elige
deportes como la natación o la bici que te permiten mantener el tono muscular
con bajo impacto articular.
04/ Cuida
tu técnica y prepárate. Una
mala técnica de carrera puede ser el origen de tu lesión. También la falta de
preparación muscular. Antes de empezar a correr, asegúrate de que estás
preparado.
05/ Elige
unas zapatillas de correr adecuadas, que se adapten a tu pisada y peso
corporal. En tu día a día, el calzado también es importante, te perjudican el
tacón alto y las suelas demasiado blandas o desgastadas.
06/ Estira
las piernas. Ya sea en
el trabajo o en los viajes largos, asegúrate de levantarte al menos cada hora
para mover las rodillas.
07/ Consulta
a tu médico. Tras una
lesión, no reinicies la actividad de impacto hasta que estés completamente
recuperado (también a nivel muscular). Comenzar antes puede producir una
recaída o predisposición futura a la lesión.
La rodilla es una articulación compleja en su mecánica,
necesita de los meniscos para que las superficies se deslicen de forma
congruente, una rótula que la asegura por la parte anterior y unos ligamentos
de deben fijarla pero al tiempo permitirle movilidad y todo, para sólo unos
120º de flexión y extensión en un solo plano.
Sin embargo, recibe gran cantidad de cargas, presiones y tracciones, sobre todo en una vida deportiva. Las estructuras que más sufren son las superficies articulares (condromalacia), meniscos (roturas) y ligamentos (la temida triada). Con un buen reforzamiento muscular y de trabajo propioceptivo, podemos evitar en gran medida estas alteraciones y mejorar la salud nuestras rodillas para una práctica deportiva a largo plazo.
Sin embargo, recibe gran cantidad de cargas, presiones y tracciones, sobre todo en una vida deportiva. Las estructuras que más sufren son las superficies articulares (condromalacia), meniscos (roturas) y ligamentos (la temida triada). Con un buen reforzamiento muscular y de trabajo propioceptivo, podemos evitar en gran medida estas alteraciones y mejorar la salud nuestras rodillas para una práctica deportiva a largo plazo.
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