martes, 10 de diciembre de 2013

EL EJERCICIO FÍSICO UNA HERRAMIENTA EFICAZ PARA DISMINUIR LA ANSIEDAD Y LA DEPRESIÓN.


De todos es sabido que el ejercicio físico tiene un efecto beneficioso a nivel psicológico, con importantes marcadores como pueden ser las endorfinas, esos péptidos que nos producen bienestar después de una sesión de ejercicio. Pero hay otros factores que nos indican los beneficios que este puede tener a nivel psicológico ya que aparecen en estados de estrés o ansiedad.
El BDNF (Brain-Derived Neurotrophic Factor) o  factor neurotrófico derivado de cerebro, de la familia de las neurotrofinas se ha relacionado con la ansiedad y la depresión. Existe correlación entre el stress y la disminución de BDNF (Brain-Derived Neurotrophic Factor) que concuerda con el aumento de BDNF relacionado con los tratamientos antidepresivos.
En un estudio reciente realizado por  Schmolesky y cols. J Sports Sci Med. 2013 Sep en el que se analizaron  los efectos combinados de ejercicio aeróbico de intensidad y duración en los niveles  en suero del factor neurotrófico derivado del cerebro ( sBDNF ) en hombres adultos sanos de 18 a 25 años . Se analizaron cuatro condiciones diferentes de ejercicio moderado (60% FC) de 20 minutos y de 40 minutos y vigoroso (80 % FC) de 20 minutos y  de 40 minutos . Y unos controles sedentarios. El ejercicio físico provocó un aumento promedio ~ 32 % en los niveles sBDNF relación con la línea de base y  que dio lugar a concentraciones que eran 45 % más altos que las condiciones de control, en las que disminuían las concentraciones sobre un 13% de la línea de base. Y aunque todos experimentaron mejoras en las concentraciones de (sBDNF) ,las personas que hacían ejercicio en una intensidad vigorosa por 40 minutos fueron los más propensos a experimentar aumentos significativos en los niveles de sBDNF, seguidos de los de la condición Vig20, y luego los de las condiciones de intensidad moderada. Esto sugiere que las personas que hacen ejercicio a una intensidad vigorosa sostenida podrían incrementar su probabilidad de cambios significativos en los niveles de BDNF y, por lo tanto, aumentar la probabilidad de mejorar el funcionamiento del cerebro y la protección neural.

Esto nos lleva a la conclusión de que el ejercicio  puede ser beneficioso a la hora de combatir situaciones de estrés o ansiedad y aun mas si este es vigoroso, aunque sería interesante ver como se mantienen estos beneficios en el tiempo en las diferentes modalidades propuestas.

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