La lesión del ligamento cruzado anterior es una de las mas
temidas por todos los deportistas, debido sobre todo por sus plazos de recuperación
que están en una media de unos 6 meses, lo cual puede hacer que un deportista
llegue a perderse una temporada completa.
Por ello es muy importante hacer un buen trabajo preventivo,
que aunque no garantiza que esta no pueda llegar a pasar, si que reducirá su
probabilidad.
Lo mas importante antes de comenzar es tener un historial completo con antecedentes lesivos así como una buena valoración del deportista, en la que analizaremos posibles desalineaciones, desequilibrios musculares, rangos articulares...
En el trabajo de prevención de esta lesión tenemos 3 pilares
fundamentales:
- Fortalecimiento: Lograr una estructura fuerte y estable alrededor de la articulación, potenciando la musculatura relacionada con ella y acorde a las exigencias del deporte: Cuádriceps, Isquiotibiales, Abductores, Aductores, así como el resto de musculatura ya intervenga directa o indirectamente.
- Equilibrio y propiocepción: imprescindible para
lograr la estabilidad no solo de la articulación, sino de todo el cuerpo en
general.
- Flexibilidad: Mantener el rango de flexibilidad necesario para cada disciplina deportiva, para evitar rigideces y compensaciones que puedan derivar de estas al realizar el movimiento.
Todo esto es fundamental, pero también hay que tener en
cuenta que cada deporte tiene unas exigencias y un trabajo especifico que
tenemos que realizar, habrá que tomar en cuenta las solicitaciones principales
de que grupos musculares provienen y por tanto que musculatura puede trabajar mas, realizar un correcto trabajo de potenciación de la musculatura agonista,
potenciar la fase tanto concéntrica como excéntrica del antagonista para que
sea capaz de contrarrestar el movimiento principal, trabajo de sinergistas, optimización del gesto deportivo... Por otro lado adaptar
las situaciones de desequilibrio y estabilidad a cada disciplina con las
solicitaciones que esta nos pueda requerir, intentando transferir al máximo una
posible situación real, pero siempre en unas condiciones de seguridad. Adaptar
la flexibilidad a la disciplina practicada, pero cuidado con los ROM demasiado
amplios que también pueden ser contraproducentes.
Tras analizar un poco la base científica encontramos algunas
revisiones:
Sadoghi et al J Bone Joint Surg Am. 2012 en una revisión sistemática
en la que se incluyeron 8 artículos que cumplían los requisitos concluyo que
este estudio produjo una fuerte evidencia en apoyo de un efecto significativo
de los programas de prevención de lesiones del LCA. Las estimaciones combinadas
sugieren un efecto beneficioso sustancial de los programas de prevención del
LCA, con una reducción del 52% en el riesgo de una ruptura del LCA en atletas
femeninas, y una reducción del 85% en los atletas masculinos. Aunque la
literatura actual se encontró que era de calidad media, los análisis de sensibilidad
sugiere que los resultados son robustos. Sin embargo, no fueron capaces de
recomendar un tipo específico de programa de prevención sobre la base de la
evidencia actual publicada.
Segun Michaelidis y Koumantakis Phys
Ther Sport 2013 en una revisión sistemática cuyo objetivo
fue analizar los efectos de los programas de prevención de lesiones del
LCA en las tasas de lesiones en atletas de sexo femenino entre diferentes deportes ,13 estudios cumplieron los criterios de
inclusión. Tres programas de formación en el fútbol y uno en el balonmano
llevaron a la reducción de la incidencia de lesión del LCA. En el
baloncesto no se encontró ninguna intervención de entrenamiento eficaz. En
el entrenamiento de la temporada fue más eficaz que la pretemporada en la
prevención de lesiones del LCA. Una combinación de entrenamiento de
fuerza, ejercicios pliométricos, entrenamiento del equilibrio, la supervisión
técnica de retroalimentación, produjo los resultados más favorables. En algunos deportes dependientes de especificidad de formación, pueden necesitar abordarse en estudios
futuros, relacionados principalmente con la biomecánica individuales de
cada deporte , y también su método más eficaz de aplicación.
Taylor et al Br J Sports Med 2013 en otra revisión sistemática
y metaanalisis, se incluyeron 13 estudios para su revisión. Los resultados
de los meta-análisis revelaron una reducción significativa de las lesiones
después de los programas de formación de prevención para todas las lesiones del
LCA. Si bien los programas de prevención del LCA tienen éxito en la reducción
del riesgo de lesión del LCA, la combinación ideal y el énfasis de los
componentes de formación dentro de estos programas sigue siendo poco clara.
Está claro que todas
coinciden en que un programa de prevención puede ser efectivo, aunque no que
programa puede ser el especifico y mas adecuado, seguramente habrá ejercicios que
puedan ser comunes a casi todas las disciplinas o al menos las que son mas susceptibles
de sufrir esta lesión, pero hay que tener en cuenta la especificidad de cada
deporte y dentro de esto intentar adaptar el programa de prevención lo mas
posible a esa disciplina, para intentar minimizar al máximo la probabilidad de
que aparezca esta temida lesión.
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