El ciclismo es una practica con gran número de participantes
y un gran auge en nuestro país.
Debido a factores como la repetitividad de gestos en el
pedaleo, la posición sobre la bici, la velocidad, la superficie de la practica
hacen que este deporte no se libre de lesiones.
Podríamos diferenciar entre ciclismo de carretera, de
montaña o en pista, pero las lesiones en cada una de estas disciplinas son
bastante similares, con algunas pequeñas diferencias que se pueden dar sobre
todo por la superficie de la practica, o por el mayor impacto o vibraciones sobre ciertas zonas en
el ciclismo de montaña.
Clasificación:
Traumáticas:
Son lesiones bastante comunes debido a la
vulnerabilidad del ciclista que absorbe todo el impacto al caer o impactar con
algo, esto sumado a la velocidad puede agravar el alance de la lesión, aunque
en la mayoría de los casos no suelen ser graves.
La localización mas frecuente de este tipo de lesiones se
suele dar en miembros superiores siendo el codo, la muñeca o la clavícula las
articulaciones mas afectadas, siendo las fracturas o fisuras las mas comunes
así como las luxaciones o subluxaciones.. En el caso del miembro inferior la
mas afectada suele ser la rodilla.
Lesiones no traumáticas o por sobreuso:
En este grupo podemos incluir las lesiones asociadas a:
- Dismetrías: La existencia de un pie o una pierna más larga
que la otra es un factor que claramente puede generar una diferencia en el
pedaleo o en la posición del ciclista.
- Mal ajuste la de bici: Cuando la posición del ciclista es
forzada (sillín demasiado alto o retrasado, manillar demasiado alejado del
sillín) el cuerpo tiende a girarse hacia un lado para conseguir ir más cómodo.
- Diferencias funcionales: Es frecuente encontrar diferencias
en términos de fuerza y/o flexibilidad entre el lado derecho y el lado izquierdo.
Normalmente, el lado que está más rígido tendrá un menor rango de movimiento
articular.
- Neuronal: Al igual que somos diestros o zurdos, para
pedalear también hay tendencia a favorecer más un lado u otro. Esto genera una
mayor carga en un lado.
Sin duda la lesión mas común dentro de este grupo suele ser
la de rodilla por diferentes factores:
·
Su compleja biomecánica: «el comportamiento natural de la rodilla
está condicionado por el punto de
fijación obligatorio y constante del antepie, el cual le contrarresta con su
fijeza». Esta fijeza del antepie es la condición indispensable para el buen
rendimiento del pedaleo. El movimiento
efectuado por la rodilla es complejo en un espacio en forma de 8 alargado visto
de perfil y el de un triángulo con base superior, alargado, visto de frente,
ligado a la fijeza del antepie y al «útil de trabajo» que es el sillón.
·
De la repetición gestual del pedaleo,
microtraumatizante: En 100 km. se dan de 15 a 20.000 pedaladas. Este movimiento
complejo que es el pedaleo no es un simple movimiento de flexo-extensión de la
rodilla originado por las contracciones del músculo cuádriceps, sino también
por las de los músculos isquiotibiales y psoas ilíaco. La rodilla trabaja con
una rotación controlada de la tibia sobre el fémur gracias a los rotadores
externos (biceps crural y fascia lata) e internos (sartorio, semitendinoso,
recto interno -pata de ganso).
·
Presiones femoropaterales muy intensas, del
orden de 256 Kg. en los 40º de flexión a los 420 Kg. a 55º para un ciclista de
60 Kg. Estas presiones de sobrecarga, unidas a la contracción del cuádriceps y
a la resistencia del tendón rotuliano aplastan la rótula con fuerza sobre la
tróclea femoral. La mínima anomalía de la rótula conlleva a una sobrecarga
localizada sobre el cartílago rotuliano y troclear, lo que provoca una
«condropatía» por desgaste.
Estas tres nociones
biomecánicas son las que originan la patología de la rodilla del ciclista que
se produce al menor defecto tecnológico del pedaleo.
- Tendinopatias:
Del aparato extensor:
· - Tendinopatía del tendón rotuliano: Dolor en la
cara anterior de la rodilla. Generalmente está asociado a sillines demasiado
bajos y/o adelantados así como a calas muy adelantadas en la zapatilla también
puede estar asociado a una mala cadencia así como una resistencia insuficiente
en la que el musculo no controla la acción de pedaleo. Resultan de la
repetición de las solicitaciones intensas a este tendón por parte del
cuádriceps, en el cual las contracciones son muy fuertes y mantenidas en los
sprints, en las aceleraciones violentas y la puesta en equilibrio.
· - Miotendinopatía cuadricipital: son más raras y
asientan esencialmente en la inserción rotuliana. Hay posibilidad de rupturas,
bien sea a nivel de la inserción rotuliana, en pleno tendón o en la parte
distal del músculo. En el ciclismo prácticamente no se dan más que en sujetos
de la tercera edad y muy excepcionalmente.
·
·
Afectación de los alerones rotulianos: Con
frecuencia está ligada esta patología al aparato extensor pues los alerones rotulianos manifiestan su
sufrimiento, esencialmente, como consecuencia de un desequilibrio rotuliano.
Rotadores:
Estas tendinopatías son relativamente específicas de los
ciclistas. Su fisiopatología está ligada a la perturbación de «la rotación
automática de la rodilla en sus últimos grados». Durante el pedaleo, la
extensión de la rodilla provoca una rotación externa de la tibia, que decrece
poco a poco en flexión, hasta los 30º en que normalmente es nula.
Pero en el ciclismo, cuando las calas de las zapatillas
están mal colocadas, al estar el pie fijo, el menor defecto tecnológico afecta
a los músculos rotadores.
Es esencial como causa la posición de la articulación
sub-astragalina. Dependiendo de la pronación y supinación del pie. La pronación
hace girar la tibia hacia adentro y la supinación hacia afuera. Con el pedaleo
se realizan en cada rotación ambos giros provocando una sobrecarga en el
esqueleto de la tibia y en los tendones rotadores.
La rigidez tibio-tarsiana, que crea un déficit de la flexión
dorsal del pie, afecta también a la articulación subastragalina. El pedaleo
exige 15º de flexión dorsal del tobillo. Si estos 15º faltan se obtiene una
compensación, por medio de la subastragalina, por una pronación del pie cuando
el pedal está en posición alta. Esta pronación forzada realiza una rotación
interna de la tibia y sobrecarga el biceps crural y la fascia lata.
· - Tendinopatía de la «pata de ganso»:Las
tendinopatías se manifiestan por un dolor vivo y exquisito a la palpación,
debajo de la interlínea articular, y necesitan un diagnóstico diferencial
cuidadoso (lesión meniscal o ligamentosa interna, fractura de fatiga o
afectación del cóndilo interno).
·
· - Bursitis anserina: La bursitis anserina es la
versión álgida de la patología abarticular de la pata de ganso. Ante un dolor
creciente en los movimientos habituales (subida y bajada de escaleras, marcha,
o actividades deportivas que van repitiendo el microtraumatismo causal, sólo un
examen cuidadoso puede revelar esta bursitis.
·
· - Tendinopatías del tendón del biceps crural:
se produce con bastante frecuencia en el ciclista: El dolor asienta en la
cabeza del peroné, en la inserción del tendón, con una reacción bursal. Puede
notarse allí una exóstosis.
· - El síndrome de
la banda iliotibial (tensor de la fascia lata): se observa sobre todo en los
corredores, pero a veces también en los ciclistas y se manifiesta por un punto
doloroso exquisito en la cara externa del cóndilo externo como a tres cm. por
debajo de la interlínea.
·
· - La tenopatía del músculo poplíteo. Su dolor
asienta justo debajo de la interlínea externa del cóndilo externo.
La patologia
femoro-patelar
Presente muy
frecuentemente en el ciclista y es el
resultado de microtraumatismos lógicos por las presiones sobre el cartílago
rotuliano. Esta patología resulta
esencialmente en base a tres causas:
- Una rótula mal centrada o displásica.
- Una rótula que ha sufrido una contusión directa.
- Una rótula que tiene un cartílago de mala calidad.
Lesiones de la
columna:
Lesiones lumbares: Las causas de estas molestias
pueden ser de origen bastante variado. No cabe duda que la posición del
ciclista es la variable que más puede influir a la hora de tener problemas en la
parte baja de la espalda. Las siguientes situaciones suelen provocar que la musculatura
de esa parte del cuerpo trabaje en exceso: sillín demasiado alto, sillín
demasiado retrasado, manillar demasiado lejos del sillín, manillar demasiado
bajo o manillar demasiado alto. Un sillín demasiado estrecho también puede
contribuir a que la pelvis no esté suficientemente estable y por lo tanto cause
un exceso de trabajo muscular en su estabilización. Como se ha explicado anteriormente,
cualquier tipo de asimetría puede desencadenar la aparición de dolores lumbares
al existir una sobrecarga sobre uno u otro lado, por lo que en estos casos lo
adecuado es tratar de resolver o compensar la asimetría existente.
·
La cervicalgia es frecuente debido a la posición
inclinada del ciclista de carretera para poder obtener un rendimiento
aerodinámico adecuado. Las irregularidades de la carretera o en la montaña se
transmiten desde las ruedas (normalmente muy hinchadas), a la horquilla, manillar,
hombros y de ahí a la columna cervical.
Lesiones del miembro
superior:
Las sobrecargas en
las manos son cada vez más frecuentes debido al incremento en la práctica
de la bicicleta de montaña. El manillar se agarra fuertemente debido al
circular por terrenos muy irregulares, vibraciones y golpes así como el soporte
del peso del cuerpo sobre el manillar. Esto puede provocar inflamación y el
dolor en los tendones del primer dedo. También se puede producir la comprensión
del nervio mediano que discurre por el centro de la muñeca, que puede provocar
hormigueos en los tres primeros dedos de las manos.
Culo y zona del
perine:
El sillín de la bicicleta es, en muchas ocasiones, una fuente
de problemas. Lo curioso es que en numerosos casos el origen del problema o del
dolor no es el sillín en sí sino la posición del ciclista sobre él. La
comodidad o incomodidad de un sillín se basa en una correcta distribución del
peso sobre el mismo. El objetivo principal es conseguir que la mayor parte del
peso que apoyamos sobre el sillín recaiga sobre los isquiones, es decir, los huesos
de la pelvis. Cuando esto no sucede, la mayor parte de la presión se dirige a
la zona del perineo, con las molestias que esto conlleva: dolor y/o
adormecimiento. Esta situación puede generarse de varias formas. Una muy
frecuente es utilizar sillines demasiado estrechos o con demasiada caída, es
decir, muy curvos.
Otro problema es la disfunción de la erección: en algunos
estudios cifran su presencia en niveles en torno al 15-20%; no obstante estas
alteraciones son limitadas en el tiempo y suele ser habitual que desaparezcan a
medida que se completa el entrenamiento o la competición.
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